viernes, 30 de septiembre de 2011

A TI Y SOLAMENTE A TI

Cada sábado a las siete te vuelvo a ver,
Tal vez sea la música, tal vez el alcohol,
Tal vez el eco de tu voz, o quién sabe si es locura,
la que me provocó esta tonta sinrazón.

No sé si sueño es, pero las siete van a ser
De esta tarde de sábado, y te vuelvo a ver.
Quizás sean mis deseos o mi ilusión,
Mas tu sonora mirada me traspasa de nuevo
Como en aquella tarde febril,
En la vieja plaza de tan alta nobleza.

Y sé, que quiera o no, a las siete,
te volveré a ver.
Oh Quien fuera un renacuajo,
Para nadar sin descanso,
En aquel riachuelo tuyo,
De dulces besos y tan cálido abrazo.

Quisiera ser el Minotauro,
y estar para siempre encerrado,
en el laberinto de tu corazón.
Quisiera ser tu romeo,
Y desde tu dormido balcón,
decirte lo mucho que te quiero.

Desearía poder volar,
para que por los ventanales de tu hogar,
pudiera cada noche entrar,
a arroparte y tu sueño velar.

Desearía quedarme todos los días a tu lado,
Y así poderte cuidar,
Como nadie lo hará jamás,
Y hacerte sentir muy amado.

Dime qué quieres ¿las nubes?
Conmigo flotaras entre ellas.
¿Mi sangre? La derramaré toda por ti.
¿Mi corazón? Ya está en tu mano.
¿Mi alma? Está en cautiverio,
y solo tú eres su carcelero.
Dime ¿qué quieres? ¡Te lo daré todo!
Oh Ángel, como tu nombre dice;
eres el mensajero del cielo,
Y eres mi más feliz mensaje.

Al igual que las sirenas,
Tu belleza no tiene parangón,
Y tu linda voz de clavel,
Me quita las tristes penas.

Le rezo a la luna,
A ella que controla las mareas,
Que por favor, me quieras
Sé que me lo concederá,
Y que una tarde de sábado a las siete,
nos volveremos a encontrar en aquella plaza
y vida mía, a tu nombre podré gritar
lo mucho que te quiero,
y lo mucho que te querré.
Pero ¿qué tonterías?
Lo digo ahora, sin duras esperas
¡TE QUIERO!¡Y SIEMPRE, SIEMPRE, TE QUERRE!


sábado, 20 de agosto de 2011

una miga del alma

Por qué no han de saber
que te amo, vida mía,
por qué no he de decirlo,
si fundes tu alma con el alma mía.

Qué importa si después,
me ven llorando un día,
si acaso me preguntan diré
que te quiero mucho todavía.

Se vive solamente una vez,
hay que aprender a querer y a vivir,
hay que saber que la vida se aleja
y nos deja llorando quimeras.
No quiero arrepentirme después
de lo que pudo haber sido y no fué,
quiero gozar esta vida teniéndote cerca
de mi hasta que muera.



Canción de Antonio Machin

jueves, 17 de marzo de 2011

A un magnífico cansino

Érase una vez
un hombre que no callaba,
una boca que parloteaba,
zafias palabras incansables,
voz insistente que me aturdes,
no seas tan persistente, ingrata.
Halla tu silencio,
clausura tu lengua,
censura tu pobre verborréa,
y deja que llegue la calma.
Títire de tus propios vocablos,
sáciate con tu discurso,
abúrrete con tu charla,
y cállate ya.

jueves, 3 de marzo de 2011

UN AMOR MÁS

Ayer estaba junto a ti,
las barreras de la sociedad rompimos
tanto el diván, como el armario destruimos,
pero ahí llegaron las malas miradas
y crueles e impasibles los miedos arañaban
las pocas esperanzas que restaban.

¡Que mitigue ya esta dichosa congoja!
¡Que cese de una vez el sufrimiento!
Un simple beso, una mera caricia,
¿Es excusa para castigar con dicha agonía?

No fue un capricho mío,
ni nada por el estilo
¿Por qué nos separan?
Qué importara el sexo,
si a cada beso,
pongo el corazón entero.

Me siento impotente
prácticamente inexistente.
Mi guitarra ya no sale de Farra,
y mi voz en el silencio
enmudecida sin su fruta prohibida.

Soy esclavo de la sociedad por amar
no tengo nada que disfrazar, ni ocultar,
ya lo dijo Facundo Cabral:
“nadie puede dar consejos,
no hay hombre que sea tan viejo”.
Así pues, que nadie opine de mi camino,
solo Dios decidirá mi destino.

A cada momento siento
que no pasa el tiempo,
sueño con nuestros labios sellados
rodeados de puertas abiertas,
con el frescor de tu tierna sonrisa,
con tu tersa piel sabor a miel,
con el omega de este romance,
que cura su herida,
luchando por ser sin ser,
otro amor más.

miércoles, 2 de marzo de 2011

le parfum de la solitude

Hoy he pensado en lo prepotentes que somos constantemente, siempre creemos tener la razón. Resulta pedante que todos los escritos suelen ser con un lenguaje culto, pero me niego a tal hecho.
Cuántas veces contamos con que nuestros más fieles amigos, que nuestra familia nos van a entender, que van a demostrar toda esa empatía de la que fardan y realmente no son capaces de entender lo que sentimos, se pierden en vanas e irrelevantes noches de farra.
Por mucho que digan "yo te apoyo" o "estoy contigo" la verdad es que estoy solo. Aunque piensen que me entienden la realidad no es esa, no saben ni comprenden qué ni cómo ni porqué siento algo. Es duro y triste decirlo pero me sientro y estoy solo. Cruda soledad, hermana de la compañía que a  pesar de que no te quiero cerca acechas sigilosa para ver cuando atacar, ¿por qué me atacaste a mí? ¿qué te hice? ¡aléjate de mí! y déjame ser feliz.

miércoles, 2 de febrero de 2011

poema de varias S

Cuando camino solo, sin rumbo,
cuando me veo sin nadie,
caigo y me ahogo en un hoyo muy profundo.
Quiero que sepan que lo intenté,
que con valor me enfrenté,
pero el dolor del rudo amor,
acabó conmigo sin pudor.
Pienso que cada noche es más dura,
y que esta herida ya no tiene cura,
que este es el principio de mi tosca locura,
mas se acabó esta cruda tortura.
gracias, por dejarme dormir tranquilo,
gracias, por cortar el fino blanco hilo,
gracias, por ser un verdadero amigo.

la costra viva del alma

A cada segundo que pasa, más consciente soy de lo injusto y cruel que es el mundo. Veo como me desangro pero la sangre no se ve, va por dentro, en el alma, y duele. Duele sentir como se abre la herida a cada insulto, a cada mirada llena de odio, a cada “eres diferente”, a cada amenaza, a cada vez que no digo la verdad por miedo, y es que la soledad da verdadero pavor. Decimos que hemos avanzado mucho pero es mentira, sigue siendo algo oculto, un chisme de porteras de escuela. ¿Por qué en el metro o por las calles o en los restaurantes nos hacen gestos obscenos, nos insultan o nos miran mal? No somos distintos somos iguales. Quiero poder corresponder a la mano dubitativa que enlazada al preciso momento de mi vida me está prohibida. ¿Por qué digo todo esto? Hace no mucho tiempo alguien me preguntó que qué soy, sé que sonará extraño pero me quede en blanco, no fui capaz de dar respuesta a la pregunta, la palabra perdida y yo enmudecido. Después de mucho reflexionar me di cuenta de la magnitud de dicha cuestión. Constantemente nos empeñamos en clasificarnos según nuestro nivel económico, nuestras ideas políticas (derechas o izquierdas), nuestra sexualidad, nuestras creencias religiosas, nuestra nacionalidad o procedencia e incluso en extremos no clasificamos por razas o por hombres y mujeres. Sin embargo, yo creo que la pregunta ¿qué soy? Es mucho más trascendente, más profunda, y no tan superficial. Por culpa de esta superficialidad social surge la discriminación, la marginación, el maltrato y un largo etcétera de barbaridades. Hoy ya sé responder a esa confusa pregunta que un día no supe responder, yo no soy nada que lleve ninguna de estas etiquetas, no soy un enfermo, no soy un sodomita, no soy gay, soy un ser humano, soy una persona.