jueves, 3 de marzo de 2011

UN AMOR MÁS

Ayer estaba junto a ti,
las barreras de la sociedad rompimos
tanto el diván, como el armario destruimos,
pero ahí llegaron las malas miradas
y crueles e impasibles los miedos arañaban
las pocas esperanzas que restaban.

¡Que mitigue ya esta dichosa congoja!
¡Que cese de una vez el sufrimiento!
Un simple beso, una mera caricia,
¿Es excusa para castigar con dicha agonía?

No fue un capricho mío,
ni nada por el estilo
¿Por qué nos separan?
Qué importara el sexo,
si a cada beso,
pongo el corazón entero.

Me siento impotente
prácticamente inexistente.
Mi guitarra ya no sale de Farra,
y mi voz en el silencio
enmudecida sin su fruta prohibida.

Soy esclavo de la sociedad por amar
no tengo nada que disfrazar, ni ocultar,
ya lo dijo Facundo Cabral:
“nadie puede dar consejos,
no hay hombre que sea tan viejo”.
Así pues, que nadie opine de mi camino,
solo Dios decidirá mi destino.

A cada momento siento
que no pasa el tiempo,
sueño con nuestros labios sellados
rodeados de puertas abiertas,
con el frescor de tu tierna sonrisa,
con tu tersa piel sabor a miel,
con el omega de este romance,
que cura su herida,
luchando por ser sin ser,
otro amor más.

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